El liderazgo no es una receta única. Lo que funciona en una organización puede ser un obstáculo en otra. A lo largo del tiempo, hemos idealizado ciertos estilos de liderazgo, pero la realidad es que cada empresa necesita algo diferente.
Seguramente conoces la clásica teoría de Kurt Lewin —pionero en el estudio del comportamiento organizacional— quien propuso tres estilos fundamentales: autocrático, democrático y laissez-faire. Si bien esta clasificación marcó un punto de partida importante, hoy sabemos que el liderazgo es mucho más complejo y dinámico. Existen múltiples enfoques que han ido evolucionando con la práctica organizacional, la investigación y, sobre todo, con los cambios en la manera de trabajar y relacionarnos dentro de las empresas.
Desde Singulares creemos que lo relevante no es encasillarse en un único estilo, sino entender qué tipo de liderazgo impulsa verdaderamente el crecimiento, la cohesión y la estrategia de cada organización, en el momento preciso que atraviesa.
El liderazgo debe adaptarse a la realidad de cada empresa
Piénsalo así: cuando una empresa está en crecimiento, necesita un liderazgo expansivo, alguien que no solo dirija, sino que abra caminos. Son líderes que toman decisiones rápidas, promueven la innovación y fomentan una cultura de agilidad. En estos entornos, el cambio es la norma, y su rol no es solo tolerarlo, sino impulsarlo.
Una startup tecnológica en plena expansión requiere un liderazgo democrático y visionario, capaz de detectar oportunidades, gestionar la incertidumbre y tomar decisiones estratégicas en escenarios inciertos. Si la estrategia es demasiado rígida o burocrática, la empresa corre el riesgo de volverse irrelevante frente a competidores más ágiles.
En contraste, cuando una empresa ya ha alcanzado estabilidad y consolidación, el liderazgo cambia. Aquí, lo fundamental es un liderazgo estructurado, centrado en la optimización de procesos, la gestión eficiente y la sostenibilidad del negocio.
Un director de operaciones en una empresa del sector financiero, por ejemplo, no puede permitirse decisiones impulsivas; su rol es minimizar riesgos, garantizar el cumplimiento de regulaciones estrictas y reforzar la confianza de clientes e inversionistas. En estos casos, la estabilidad pesa más que la velocidad, y la previsibilidad es un activo valioso.
Pero, ¿qué ocurre cuando una empresa está en plena transformación? Aquí el liderazgo necesita ser flexible y estratégico, alguien que sepa desafiar estructuras, reformular estrategias y gestionar la incertidumbre sin perder de vista la esencia del negocio.
No basta con generar cambios; hay que asegurarse de que la cultura organizacional evolucione con ellos. Un retail tradicional que decide apostar por el comercio digital no solo debe desarrollar una plataforma de e-commerce, sino también alinear a los equipos de ventas presenciales con esta nueva dinámica. Si el liderazgo es rígido o no comprende la transición, la resistencia interna puede hacer fracasar la estrategia antes de que llegue a despegar.
En algunas organizaciones, lo que marca la diferencia no es una sola figura de autoridad, sino un liderazgo colaborativo.
En estos casos, la toma de decisiones no recae en un individuo, sino en equipos que funcionan de manera autónoma y coordinada. El caso de Spotify es un referente en este modelo. La empresa implementó un sistema basado en «squads» y «tribes», donde los equipos tienen independencia para innovar, pero siguen alineados a una estrategia global. Esto permite tomar decisiones de manera ágil sin esperar validaciones jerárquicas. El rol del líder en este contexto no es dar órdenes, sino asegurarse de que cada equipo tenga las herramientas, la visión y el marco adecuado para avanzar.
En Singulares no solo buscamos líderes. Los acompañamos a formarse, crecer y transformarse.
Sabemos que cada etapa de una organización requiere un tipo de liderazgo distinto, y que no basta con encontrar a la persona adecuada: también hay que cultivarla. Por eso, en Singulares unimos selección, formación y acompañamiento estratégico para que el liderazgo no sea solo una función, sino una fuerza activa en el desarrollo del negocio.
Porque el liderazgo no se improvisa, se construye paso a paso. En ese camino queremos acompañarte, y por eso, abril llega con descuentos especiales en nuestros programas de liderazgo, diseñados para formar y fortalecer a tus líderes, impulsando su desempeño hacia resultados sostenibles y de alto impacto.
Porque liderar no es solo tomar decisiones; es entender hacia dónde vamos y quiénes necesitamos ser para llegar ahí.